jueves, abril 14, 2011

Japoneses arriesgan la vida para salvar perros

Un grupo de defensores de animales viaja hasta un pueblo cercano a la planta nuclear de Fukushima para rescatar a una veintena de canes abandonados


Cuando Etsumi Ogino vio una fotografía de un grupo de perros que vagaban por un pueblo abandonado cercano a la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi, devastada por el terremoto y tsunami, la amante de los perros pensó en su propia mascota, Kein, de 13 años, y entonces decidió actuar.
''Mi corazón temblaba'', dio Ogino, unavoluntaria de 56 años en un albergue para animales en la prefectura de Chiba. ''Ellos se veían como mi perro y comencé a buscarlos de inmediato''.
Ella y otras personas en todo Japón llamaron de inmediato a Asahi.com, el portal de Internet del diario Asahi Shimbun, que había publicado la fotografía.
Un fotógrafo de la Associated Press había tomado la foto y otras más de los caninos en una calle abandonada en la ciudad de Minami Soma, una área evacuada debido al temor a las radiaciones que emitía la planta nuclear.
El sábado, la oficina de la AP en Tokio envió a Ogino la información para entrar en contacto con el periodista que acompañó al fotógrafo y ella le llamó de inmediato para que le dieran la información sobre los lugares donde fueron vistos los perros.
Ogino compartió la información con un equipo de rescatadores de animales llamado Sheltie Rescue. Para entonces, el grupo había recibido correos electrónicos de los amantes de perros en todo el país para preguntar sobre los animales abandonados.
A través de los correos electrónicos y de una búsqueda en Internet se estableció que la dueña de los perros era una criadora de Minami Soma. El grupo entró en contracto con una división en la ciudad de Fukushima del Club de perros Collie de Japón, hallaron a la dueña por teléfono en un albergue y recibieron su permiso para rescatar a los animales.
En las primeras horas del domingo, siete voluntarios salieron de Tokio y condujeron por carreteras rotas y casas derruidas para encontrase con otros tres voluntarios en la entidad fantasma en la que se había convertido Minami Soma. Algunos llegaron preparados con trajes especiales para la radiación, mientras que otros sólo traían impermeables de vinilo.
Las primeras dos personas en llegar hallaron a la jauría cerca de la estación de trenes Odaka, cerca de la casa de la propietaria, donde el equipo de la AP los había visto por última vez.
''Estaban esperando a su dueña'', dijo Tamiko Nakamura, una voluntaria que llegó con el grupo de Tokio.
A los perros se les dejó alimento seco y no tenían mucha hambre.
Sin embargo, les llevó un poco de tiempo para atraerlos con golosinas y seis o siete perros fueron subidos en cada auto. El grupo salvó a 20 perros en total.
La mayoría fueron llevados a una clínica veterinaria en la prefectura de Kanagawa al oeste de Tokio, mientras que otros son cuidados por personas en diferentes áreas.
La dueña, devastada por el desastre y preocupada por sus perros, se mostró ''muy feliz'', dijo Nakamura, aunque agregó que la dueña no quiso que se diera a conocer su identidad.
Nakamura sólo lamentó que algunos de los perros del grupo se escaparon y otro gran número está todavía solo en la zona de evacuación.
''Todavía hay algunos de ellos allá. Me preocupan y quisiera sacarlos de allá'', agregó Nakamura.

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